El sashimi es un plato muy común de la cocina tradicional japonesa. Se compone de pescados y mariscos crudos, cortados en trozos pequeños y delgados, que siempre debe estar fresco y nunca congelado. La llegada del sashimi a Japón data del siglo X y se solía preparar con peces recién pescados.
Preparar pescado crudo, en general, no es cosa sencilla. Y por eso no todos pueden hacer sashimi. Para hacer los cortes, los chefs japoneses se han entrenado mucho pues estos deben ser finos y en láminas, con el objetivo de que los comensales sientan toda la potencia del sabor en el bocado. De hecho, la preparación del sashimi ha llegado a considerarse un arte, sobre todo porque no todos los pescados se cortan de la misma manera, ni se usan para ello los mismos cuchillos. Cada pescado tiene su propia técnica.
El sashimi suele hacerse con distintos tipos de pescado como el atún, el róbalo, el cola amarilla y el salmón. También es muy común que se utilice pulpo o calamar, estos últimos sí suelen hervirse un poco antes de ser servidos, pero no se cocinan con ninguna otra técnica. Para otros gustos, el sashimi también se ha empezado a hacer de láminas de carne de res y esta práctica es muy aceptada.
Algunos de los tipos de corte que se usan para el sashimi son los siguientes:
Corte en forma rectangular, con diez milímetros de grosor. Es el tipo de corte más sencillo y se usa, sobre todo, para el atún y el salmón.
Variante del corte anterior, aunque el grosor de la pieza es mayor, de casi veinte milímetros de grosor.
Corte en cubos o dados de 1 centímetro de grosor. Para lograrlo, primero se debe cortar en tiras y es muy común que el atún se encuentre en esta presentación.
Estos son los cortes que encontrarás con más frecuencia al pedir sashimi en los restaurantes japoneses. El resultado es visualmente atractivo y al comerlo, podrás sentir la frescura de los ingredientes, así que no dudes en venir a cualquiera de nuestras sucursales Daruma y pedir sashimi, ¡te encantará!