Cuando vas a comer comida japonesa, ¿eres de los valientes que come con palillos o perteneces al grupo de los que piden tenedor o cuchara según el plato? Hay quienes parecen tener una habilidad nata para manejar los palillos, pero hay quienes tardan más tiempo en dominarlos. ¿De dónde vienen?, ¿por qué la comida asiática se come de forma tan distinta? A continuación, presentamos un poco de historia y datos interesantes sobre los palillos, quizá la próxima vez te animes más a comer con ellos.
Los palillos nacieron en China, en la dinastía Chang (1766-1046 a.C.), con el nombre de zhù. Estos surgieron por la necesidad de crear una herramienta ágil para cocinar, a partir de palos de madera de bambú que les permitieran girar la comida cuando esta se asaba en las hogueras. Con el paso del tiempo, los palillos no solo se hicieron de bambú y otras maderas, sino también de oro, plata, jade y marfil, según el status socioeconómico de quien los utilizaba.
Hoy en día, además, se utilizan distintos palillos según sean para comer o para cocinar, y también se usan distintos palillos según la parte del mundo en el que te encuentres. En el caso de Japón, los palillos se conocen como ohashi, son de madera, miden cerca de 22 centímetros, son estrechos y acabados en punta, a diferencia de los de China, que tienen la punta redondeada.
Existen protocolos culturales muy interesantes respecto a los palillos, por ejemplo: en caso de que no sean de usar y tirar, los palillos no se comparten para ningún concepto, no solo por el traspaso de gérmenes de boca a boca, sino porque los japoneses creen que mediante la boca se pueden pasar aspectos de nuestra personalidad que no corresponden a los de otra persona. Los rituales de la comida japonesa siempre son vitales.
Existen otros tipos de palillos japoneses según el tiempo en el que vayamos a compartir la comida japonesa: los desechables a los que llaman waribashi –que acompañan mucho, por ejemplo, a los restaurantes o en las comidas para llevar-, o los saibashi, que miden más de 22 centímetros y se usan para cocinar, los Iwaibashi, para la celebración de Año Nuevo, los meotobashi para el matrimonio, y los rikyûbashi para la ceremonia del té.
Finalmente, te recomendamos recordar que los palillos nunca deben tener contacto con el interior de la boca, es decir, está mal visto y es de mala educación morderlos o chuparlos. ¡Practica mucho el uso de los palillos con tu comida japonesa y pronto te convertirás en un experto!